Por qué Valdeyera
Yugueros tiene dos valles significativos: Valdeyera y Valle de Río Seco, llamado actualmente del Mercadillo. Así como este segundo se le conoce más por El Valle, sin más, el primero es de gran trascendencia para Yugueros.
Vaya este Blog como homenaje y reivindicación de Valdeyera como Valle propio de Yugueros, como unión de Yugueros con el río Esla, como eje del Coto Redondo de Los Aciales y Santa Olaja inmemorialmente adscrito en Foro Perpetuo a Yugueros bajo Jurisdicción del marqués de Astorga conde de Altamira.
Si antiguamente fue camino carretero y así lo dicen las huellas actuales en el terreno, desfiguradas por la moderna carretera, pasó a camino peón al derruirse el puente que lo comunicaba con Cistierna que a principio del siglo XX sólo permitía su paso sobre tableros de madera y posteriormente ni eso. Aún quedan derribados los restos de sus pilastras. El paso del río quedó asegurado por el puente del FF.CC. como aventura y riesgo, andando y desafiando al tren.
Si para Cistierna es el Valle San Andrés por el indefinido despoblado de este nombre, para los naturales de los pueblos del Ayuntamiento de La Ercina el Valle se llama Valdeyera desde el Valdeyorma en la Estación de La Ercina hasta Cistierna pasando por Yugueros como Lugar central.
Vista general de Valdeyera con sus topónimos más representativos
Siempre fue motivo de pleitos concejiles con por causa de pastoreos de los ganados de Cistierna en terrenos del Coto y las prendas que Yugueros intentaba realizar por ello. Del siglo XVI ya hay recursos judiciales de Cistierna contra lo que consideraba abusivo en las multas por parte de Yugueros. Ya en el siglo XX Yugueros adquiere pleno dominio sobre el Coto que le cuesta otro pleito por el pretendido y no muy claro derecho de vecinos de Cistierna a su posesión. No debieron ser fáciles las relaciones de Yugueros con Cistierna y razones históricas lo avalan.
Topónimos sugerentes le delimitan: Los Cabenes, los Aciales y los Casares por la derecha y Valdegundín, los Llamargos, el Perdigón y la Cuesta Santa Olaja por la Izquierda. Tal vez Yera sea una corrupción de Llera, en leonés terreno lleno de guijarros que evidentemente no le faltan. Tampoco faltan vestigios del pasado como el despoblado de San Vicente de Yera, actualmente los Casares, evidente castro y el solar donde existió una ermita en la cuesta de Santa Olaja. Hubo sobre esta ermita un beneficio eclesiástico concedido a propuesta del Marqués de Astorga y desaparecido en el siglo XVIII. No debía ser muy productivo porque los clérigos propuestos abandonaban con frecuencia el beneficio. En los mismos Cabenes es fácil encontrar restos de cerámica que necesitan datación y localización del yacimiento y que el arado secular ha dispersado.
Sirva esta entrada como inauguración del blog y una invitación a quien quiera hacer algún comentario o otro tema de discusión.
– Prólogo
Pertenezco a esa generación nacida en Yugueros que vio pasar el pueblo de una situación en que su población llegó a rebasar los 400 habitantes –casi aseguro la máxima a la que llegó el pueblo en toda su existencia– a un desplome que lo llevó , como casi todos en esta comarca leonesa, a la irrelevancia. Era esta segunda mitad del siglo XX un tiempo de relativa bonanza económica, había trabajo en las minas de carbón en Las Casetas de Oceja y Hulleras de Sabero completada con el FF.CC. de La Robla en el área de Cistierna. Eran tiempos en que aún no había terminado la actividad agrícola y ganadera, ocupación tradicional de estas tierras, con lo que era excepción la familia que no completada la subsistencia tradicional con un sueldo fijo mensual que daba liquidez y seguridad económica a la mayoría de las familias. Bien es verdad que el costo humano fue grande y muchos jóvenes sucumbieron a los peligros directos de la minería y los diferidos de la enfermedad profesional del minero: la triste realidad de la silicosis. Muchas familias sufrieron la muerte o incapacidad de sus miembros.
Pero por la década de los años sesenta y definitivamente en los setenta del siglo pasado esta situación hizo crisis. Ganadería y Agricultura solo tenían sentido como segunda ocupación y subsistencia, las minas fueron cerrando por los muchos problemas del carbón nacional que se vio era no competitivo ante el importado, los costes extractivos iban en aumento y las bonificaciones al carbón nacional no eran ni solución ni viable. Y como una de las razones de ser del ferrocarril era transporte este carbón hasta la siderurgia del País Vasco, también entró en crisis. Y ocurrió lo que esta situación cantaba: sálvese quien pueda y vámonos a cualquier parte que aquí todo está visto.
Lo chavales a trabajar donde se podía, algunos a los friles. Era muy común llegar de la escuela y ya tener apalabrada la marcha a cualquier colegio religioso y que el fraile, previamente asesorado por el sacerdote o el maestro, ya lo tenía todo concertado con la madre. “Es que no pagas por ir ni el pan que en casa comes” nos decían nuestros padres con su inmenso pragmatismo. Muchos eran los llamados y pocos los escogidos decía el refrán y que la realidad posterior demostró muy cierto. Y como es sabido, nadie estudia para tonto, no evitó la emigración poblacional pero si la hizo menos penosa. Otros comenzamos con el bachillerato en el colegio libre patrocinado por el Ayuntamiento de Cistierna como alumnos libres que después oficializábamos en el Instituto Padre Isla de León. Yo en particular terminé el bachillerato elemental y para el superior me fui al Instituto Padre Isla de León. Y de aquí a una Escuela Superior de Bilbao que entonces dependía del Distrito Universitario de Valladolid. Terminé una formación que me permitió vivir un poco mejor de lo que mis padres hubieran imaginado. Sirva este punto para agradecer sus desvelos.
Me quedé trabajando en el País Vasco y por motivos profesionales pude volver a a León. No me cansaré de reconocer la gran labor de alguno de aquellos maestros que en Yugueros tuvimos en la escuela primaria. No nos pudieron dar muchos conocimientos, bastante tenían consiguiendo que cuarenta chavales, de entre 6 y 14 años terminasen leyendo y sabiendo y aplicando las elementales cuatro reglas aritméticas. Pero nos dieron algo que he visto imprescindible más adelante: La ambición del saber y siempre la curiosidad e interés por las cosas. Después con un poco de esfuerzo viene sólo el afán del saber y del conocimiento.
El haber salido pronto de la tutela familiar me ha hecho ser muy retrospectivo sobre el pueblo de mi niñez y parte de juventud y la actual realidad. Una realidad que a veces me hace pesimista sobre su futuro, una realidad que se desvanece en el tiempo. Tampoco quiero hacer una historia en el sentido académico, quiero hacer una historia amigable y desmitificadora, casi una disertación personal. No pretendo estar siempre en la verdad, quiero ser únicamente honrado con mi mismo, plasmar mi particular visión y si en algo, querido lector, no estás de acuerdo, trátame con indulgencia. Ante todo y un poco egoístamente, he buscado una recreación personal y una satisfacción recordando el pasado. Y por ello soy refractario a lo que, estimado lector, para bien o para lo que quieras puedas pensar. Si encuentras deleite en lo que digo me sentiré agradecido y te puedes considerar mi amigo. Y si no es así, mi consejo: armate de paciencia y a las fuentes documentales.
Breve síntesis
En esta entrada quiero hacer una breve síntesis de la información manejada, como la he conseguido y donde se puede encontrar quien quiera ir a las fuentes. He procurado ser fiel a esas fuentes pues la Historia en general siempre ha tenido problemas de autenticidad. Ha sido manipulada, puesta al servicio de intereses particulares y tristemente políticos y no se ha librado de interpretación extemporánea y juzgada con criterios fuera del tiempo de ocurrencia de los hechos narrados. Si cito nombres de personas aun conocidas o identificables lo haré con todo respeto y sin connotaciones de ningún tipo. Me remito a las fuentes que cito a continuación. Y por supuesto huyo de polémicas.
Un poco la génesis de este libro comenzó a finales de los años noventa. Mi ocupación profesional y la flexibilidad en el trabajo me permitía disponer de dos o tres tardes libres semanalmente y una forma de llenar el tiempo fue encerrarme esas tardes en el Archivo de Obispado de León a donde se habían traído los documentos con interés histórico que en algunas Parroquias conservaban. Y allí estaban los libros den Bautizados, de Defunciones, Los Libros de Fábrica , los Fondos Beneficiales y los Libros de Cofradías de Yugueros que abarcan un periodo desde finales del siglo XVI hasta 1925, todos documentos interesantes para mis curiosidad y propósito. Los datos posteriores a 1925 los sobre todo de nacimientos, bodas y defunciones los he conseguido por otros medios aunque no los puedo publicar por respeto a personas y herederos directos y aparecen solo a efectos estadísticos. Aparte de la demografía son muchas las cosas las que se pueden saber de esta documentación, fechas, familias, edades medias, y hasta puntuales de los bautizados y su origen geográfico, aunque huyo de los hoy tan en boga árboles genealógicos. Estos de interés demográfico y religioso me los trillé nunca mejor dicho, a veces con cierto esfuerzo porque al inicio de ellos la escritura es un poco anárquica , la escritura es continua sin apartados ni puntos aparte u otros signos ortográficos. El papel era caro y se aprovechaba al máximo. Apenas se puede extraer más que fecha nacimiento y bautismo, nombres, padres y padrinos y origen geográfico de progenitores y nunca falta el nombre de presbítero. Transcribía unos cincuenta cada día y trabajo en casa de sistematización informática. Ya en el siglo XVII la escritura es más amigable y más completa, ya aparecen abuelos y otras circunstancias con lo que se facilita el seguimiento. No faltan los procesos judiciales eclesiásticos donde se busca autentificar que ciertas personas habían sido bautizadas con testigos y todo el rigor. Consecuencia de una época en que por encima de todo había que testimoniar unos orígenes limpios y unos ascendientes cristianos viejos.
Gran interés merecen los Libros de Fábrica de la Iglesia que siguen estado económico y riguroso de de las cuentas anuales de la Parroquia siempre focalizadas por un censor del Obispado. Se puede hacer un seguimiento de todas las obras en la fábrica de la Iglesia con sus costes, fechas y autores. Así sabemos cómo se financiaban las obras, de donde se sacaban los materiales como piedra, cal y madera y las prestaciones vecinales. Cuando se compraban ornamentos litúrgicos y sus costes. Y cuando se hizo la iglesia y su torre, y su retablo, y que la actual iglesia ocupa el solar de otra anterior con espadaña y alguno de cuyos restos ornamentales y arquitectónicos perviven en el actual templo. También donde se enterraban los difuntos, dentro y fuera de la iglesia y atendiendo a las posibilidades económicas de la familia del finado. En estos libros está también registradas las visitas Pastorales, algunas veces a cargo del Obispo y casi siempre por un visitador habilitado: arcipreste, canónigo o vicario obispal. Allí aparecen directrices canónicas, consejos y reprimendas a los desordenes o desvío doctrinales o litúrgicos observados; a algún clérigo se le llegó a amenazar con reducción al estado laical. Hasta exámenes a los feligreses de doctrina cristiana y hasta un proceso inquisitorial por haber una cofradía de disciplinantes el pueblo que llevaron su celo y rigor al extremo y ciertas actividades en el atrio de la iglesia y cementerios que la Iglesia consideraba desvíos.
Hay también un apartado referido a cofradías, advocación y sus reglas y patrimonio. Reproduciré completa la Regla de la Cofradía de los llamados Santos Mártires, San Fabián y San Sebastián.
Interesante el documento titulado Fondo Beneficial de San Vicente de Yera que recoge datos del Lugar, de quien era su titular, casi siempre un clérigo de Menores y las más de las veces sin arraigo en el Lugar que a veces ni visitó el lugar y solo buscaba un beneficio económico que el título conllevaba. Lo podemos considerar dentro del fenómeno de la inflación de cargos ocurrido en España que creó una de las primeras burbujas y lo que hoy llamamos pelotazo económico. La última referencia este Beneficio es de 1766 aunque la ermita ya estaba arruinada anteriormente según se desprende de otros documentos. Tampoco carecen de interés las visitas pastorales y la constatación de que la ermita estaba arruinada. Los citados Beneficiarios los confirmaba el Obispo a propuesta de los Marqueses de Astorga, dueños y Señores del Lugar tomando posesión ceremonialmente en la Iglesia de Yugueros y habitualmente por representantes con poderes notariales dados por el titular.
Otra fuente de datos son los Documentos del Concejo existentes en el Archivo de Yugueros. Solo diré que por azar pude transcribirlos literalmente con el mayor rigor posible sin utilizar medios técnicos de hoy, solo paciencia. Comprenden estos documentos originales Reales Ejecutorias, Reconocimientos de Derechos de Foro, Apeos con los mojones y arcas que delimitan los Montes del Concejo y del Coto Redondo de San Vicente de Yera y pleitos con Concejos periféricos por temas de mojones y derechos de pastos y pasos de aguaderas y son muy claros respecto a los usos y costumbres de tiempos pasados, dirimidos en la Real Chancillería de Valladolid. Hay Pleitos de hidalguía, estado muy estimado en su tiempo aunque también puedo adelantar que la inmensa mayoría de los habitantes del pueblo eran hidalgos y los vecinos del estado general eran muy pocos. Es importante también el conjunto de Ordenanzas por las que se regía el Concejo tan interesantes que las transcribiré integras en el apartado correspondiente.
Mención aparte merece la documentación referente al Coto Redondo de San Vicente de Yera y Los Aciales como entidad territorial exclusiva del Marqués de Astorga y Conde de Altamira donde este Señor se aplicaba su integra Jurisdicción alta baja y mero mixto imperio como se cita expresamente. Parte de ella está en el citado archivo del Concejo de Yugueros y otra en el Archivo Histórico de León. Yugueros tuvo desde inmemorial derechos de Foro Perpetuo sobre el Coto teniendo como contrapartida unos deberes de pago en dinero y especie a poner en fecha determinada en el Administrador de Marqués en Boñar y el cuidado y mantenimiento del Coto. Siempre que esto se cumpliese no se podía privar a Yugueros de su aprovechamiento. Cuando ya en el siglo XX unos vecinos de Cistierna quisieron adueñarse del Coto alegando derechos indemostrables y ante la dejación de propiedad por sus dueños hubo que pleitear y llegar a altas instancias judiciales para que se reconocieran derechos del Pueblo. De quien es actualmente el Coto, del Concejo o Monte de utilidad Pública sería interesaste saberlo y sus consecuencias. En uno de de los documentos de Apeos y Reconocimiento de Foro se define no solamente el Coto, también el llamado Barrio del Marqués del Pueblo, se puede identificar las casas en las que sus habitantes estaban bajo la jurisdicción de la llamada Casa de Altamira. Y no solamente casas, también fincas de Las Suertes y Los Cortinos que los vecinos llevaban parcelado en régimen de quiñones que se sorteaban cada cierto tiempo.
También me ha parecido interesante un estudio sobre toponimia, entre otras razones porque las nuevas generaciones la tienen olvidada. Con los nuevos GPS no la necesitan y el interés es más bien histórico, lingüístico y semántico. Se puede extraer mucha información sobre el origen de los topónimos, su origen y su evolución con el paso del tiempo. Hay una sección sobre este tema acompañado de unos mapas donde he intentado situar los diferentes términos. He consultado con diferentes personas del pueblo que por sus ocupaciones conocían con detalle el nombre de los lugares, pero algún error se me habrá colado. A quien los encuentre le pido me disculpe y agradecería me lo comunicase para futuras correcciones.
Haré mención a las respuestas al Yugueros al cuestionario del Marqués de la Ensenada sobre la economía y riqueza del Pueblo y otros detalles y al trabajo de Instituto Geográfico Nacional de 1925 sobre el actualmente esta cimentada la cartografía oficial.
Sobre todos estos temas en síntesis desarrollare con más detalle los artículos que siguen en el libro.
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A. Del Río